Arena
Cargando, cargando todas las piedras que se acumulan en mi zapato.
Cargando con mi propia desdicha, con mi culpa, con mi desamor, con la triste belleza del olvido.
Voy asi subiendo esa duna, tan resbaladiza, tan canzadora.
La luz del sol se refleja en la arena y penetra en mis ojos.
Me efusca, me desiqulibra, me ahoga.
Me hace caer hasta en lo más profundo de la nada.
El viento me va cubriendo, cubriendo hasta que no queda rastro de mi inmunda presencia.
¡Maldito viento, maldita arena!
Maldita arena que parece tan inofensible a mis súplicas, tan suave y tan estúpidamente depositadora de fieles huellas sin ningún destino.
Yo sólo le pregunto si seguirá siendo Reina de mi camino.
Si seguirá aniquilando mis pasos y cubriendo mis ojos pardos.
O tal vez, sólo tal vez algún día me deje anegarme en lo prufundo de esa lejana laguna azúl.
Cargando con mi propia desdicha, con mi culpa, con mi desamor, con la triste belleza del olvido.
Voy asi subiendo esa duna, tan resbaladiza, tan canzadora.
La luz del sol se refleja en la arena y penetra en mis ojos.
Me efusca, me desiqulibra, me ahoga.
Me hace caer hasta en lo más profundo de la nada.
El viento me va cubriendo, cubriendo hasta que no queda rastro de mi inmunda presencia.
¡Maldito viento, maldita arena!
Maldita arena que parece tan inofensible a mis súplicas, tan suave y tan estúpidamente depositadora de fieles huellas sin ningún destino.
Yo sólo le pregunto si seguirá siendo Reina de mi camino.
Si seguirá aniquilando mis pasos y cubriendo mis ojos pardos.
O tal vez, sólo tal vez algún día me deje anegarme en lo prufundo de esa lejana laguna azúl.
1 Comments:
At 4:17 PM,
Nerea said…
Buenas imágenes. Transmites sentimiento. Me gusta, me gusta mucho.
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